La OMS define la telemedicina como “el suministro de servicios de atención sanitaria en los que la distancia constituye un factor crítico, realizado por profesionales que apelan a tecnologías de la información y de la comunicación con objeto de intercambiar datos para hacer diagnósticos, preconizar tratamientos y prevenir enfermedades y heridas, así como para la formación permanente de los profesionales de atención de salud y en actividades de investigación y evaluación, con el fin de mejorar la salud de las personas y de las comunidades en que viven” (1998).
Es una práctica del ejercicio médico que desde hace mucho tiempo se viene realizando, así no se le haya dado el nombre de telemedicina; tiene el potencial de poder desarrollar posibilidades de mejoramientos, disminuyendo los costos y mejorando los tiempos de respuesta. No puede reemplazar el acto médico presencial, pero tiene muchas situaciones propias de la prestación de servicios de salud y seguridad en el trabajo que van más allá de los establecido legalmente. Para las empresas y para los trabajadores tiene grandes beneficios.
Con el servicio de telemedicina las empresas pueden contar con un recurso humano especializado para orientar de una forma oportuna y apropiada su toma de decisiones, teniendo ademas una ventaja si se apoya en ese conocimiento previo que tiene PREVILABOR de su empresa y de sus trabajadores.
La comunicacion por telemedicina con los profesionales estable ademas una comunicación estrecha y efectiva con los encargados del asunto en las empresas (encargados de seguridad y salud en el trabajo). Generando una fidelización que parte del conocimiento y el conocimiento de esa misma comunicación.
La telemedicina es un desarrollo tecnológico que la empresa puede aprovechar como una oportunidad a favor de su gente y de su negocio. Genera oportunidades de mejoramiento para la empresa y para su interacción con los colaboradores y otras entidades como la ARL.